El caso Froome, por Samuel de la Sotta#Froome #RidechileArtículos #SamueldelaSotta

La noticia del positivo de Froome esta semana es un desastre para el ciclismo. No fue un positivo “tradicional” (EPO, testosterona y otros) por las características del Salbutamol, para tratar el asma y que se consume vía inhalador (se puede por vía intravenosa y otras pero se práctica poco. Sería más raro aún). Superar el límite permitido de 1.000 ng/ml se denomina muestra/resultado analítico adverso. Marcó 2.000 ng/ml. Técnicamente, no ha roto ninguna regla y así tiene que probarlo para que no pase a ser un positivo por doping, con la suspensión correspondiente.

El dar positivo por salbutamol es raro. Se dan pocos casos y no hay claridad de que mejore en algo el rendimiento. Aunque está en la lista de sustancias prohibidas por ser agente para enmascarar (tapar) otros agentes. Al ser broncodilatador mejora la respiración y Froome, como tiene antecedentes de sufrir de asma, corrió usando broncodilatador con TUE (excepción de uso terapeútico, por sus siglas en inglés) hace unos años, pero dijo que no lo volvería a hacerlo por lo controvertido que son los TUE. Para marcar sobre 1.000 ng/ml  hay que tomar más de 8 puf en 12 horas ó 16 en 24 horas. Por puf me refiero a cada dosis que entrega el inhalador. Cada puf es aproximadamente 100 ng/ml y desaparece rápido. Con 2.000 ng/ml Froome estuvo muy por encima del límite. Que la superestrella del ciclismo en un equipo que no deja pasar absolutamente ningún detalle de positivo por salbutamol y marcando el doble de límite es difícil de entender.

Ahora bien, todo lo que rodea el caso es inaceptable. El positivo es del 20 de septiembre, en la última semana de la Vuelta a España. Lo normal y que corresponde es que el equipo lo suspenda de inmediato provisionalmente. Froome ganó la Vuelta, corrió el Mundial con medalla incluida en contrarreloj y negoció su participación en el Giro (se estima que en 2 millones de euros). El caso se viene a conocer porque se filtró por la prensa casi 3 meses después.  

El Sky se fundó con el discurso de un equipo extremadamente limpio. De eso queda poco y nada. Tanto el Sky como el ciclismo inglés llevan 2 años lleno de casos muy controvertidos al respecto. El detalle da para varias columnas.

Froome y el Sky dicen que no ha hecho nada malo y ni se inmutan. Ni hablar de haber hecho algo prohibido o una suspensión. Tampoco se entiende cómo puede ser que el 2017 no fuera noticia pública de inmediato y la UCI lo permita (se supone que los 90’s y primera mitad de los 00’s son historia antigua y el ciclismo ha cambiado).

Los últimos casos de ciclistas de renombre que dieron positivos fueron Alessandro Petacchi el 2007 con 1.352 ng/ml y Diego Ulissi con 1.900 ng/ml el 2014. Les dieron 10 y 9 meses de suspensión, respectivamente. Se defendieron y en general se aceptó que no era una infracción grave o que se habían beneficiado, pero igual los suspendieron. Ahora bien, a Igor González de Galdeano no lo suspendieron el 2002 y a Leonardo Piepoli tampoco el 2007 (aunque si fue suspendido el 2008 en el Tour, luego de andar a un nivel sorprendente para un veterano como él, junto a su compañero de equipo Riccardo Ricco, que estaba haciendo milagros aún más increíbles…). Así que los precedentes son mixtos.

La respuesta de los corredores, directores de equipo, organizadores de carreras y en alguna medida de los periodistas ha sido, hasta el momento, tibia. Ahora bien, su caso es difícil de defender y se cree que le va a caer una suspensión.

Contrató un abogado experto en este tipo de casos (defendió a Contador y Bruyneel) y los recursos, influencias y capacidad de lobby de los involucrados es ilimitada. El caso está abierto y viene largo.

por Samuel de la Sotta (Martes 19 de diciembre de 2017)

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