La Specialized Epic es un modelo que no necesita gran introducción para todos quienes nos gusta el mountainbike. Modelo insignia de Specialized para el cross country, ya sea en sus versiones HT o Full Suspension, múltiple ganadora de fechas de Copa del Mundo, Mundiales, Juegos Olímpicos y varias otras competencias en todas partes del mundo.
Es una bicicleta que cuando se anuncian cambios en el modelo genera gran expectación. Esto ocurrió cuando se anunció que la versión 2018 vendría totalmente renovada.
Specialized Epic 2018
De partida el mayor cambio (y que llama más la atención) es el paso del sistema de suspensión patentado de Specialized, el FSR, a un sistema basculante de una sola pieza que pivotea justo sobre el eje del pedalier. Con eso se logra un sistema que transmite más las características del terreno al piloto, además de simplificar la fabricación del basculante y de eliminar un pivote, con la consiguiente facilidad en la mantención.
Dado que el mountainbike se ha ido transformando en el último tiempo en un deporte con pistas y senderos cada vez más desafiantes (es cosa de ver las pistas del Campeonato del Mundo, donde saltos y cortados que hace un tiempo se veían más en circuitos de descenso ahora forman parte del cross country), hacía falta una modernización de la geometría de la Epic para transmitir más confianza al momento de afrontar estos desafíos. Por eso es que la Epic 2018 ahora cuenta con un ángulo de dirección más relajado, de 69.5°, un reach más largo, una caja de pedalier más baja y vainas más cortas. Todo esto con el fin de entregar más confianza y control a la hora de enfrentar bajadas técnicas, pero con una distancia entre ejes larga que permite que el frente de la bicicleta vaya muy aplomado al momento de enfrentar subidas pronunciadas.
Otros cambios importantes y que se agradecen son sus ejes Boost, tanto adelante como atrás, lo que mejora la rigidez del conjunto y la precisión de la marcha, y el eje roscado del motor (BSA), que evita los molestos crujidos de los sistemas con rodamientos en el marco (tipo BB30 o Press Fit) y facilita la mantención.
En el modelo 2018 se reubicó la válvula de control del sistema Brain de la suspensión trasera, colocándose ahora por detrás del eje posterior, que es donde el basculante logra su mayor desplazamiento vertical al trabajar la suspensión. De esta forma se consigue una reacción del sistema Brain mucho más rápida y precisa, copiando de mejor manera el terreno. Recordemos que el sistema Brain se encarga de controlar de manera automática la forma en que la suspensión se comporta frente a los obstáculos del camino, endureciéndola o ablandándola según sea el caso.
Epic Comp 2018 Woman
El modelo de la prueba corresponde al Epic Comp 2018 Woman. Este es el modelo de entrada a la familia Epic de mujer. Cuenta con un marco de aluminio con tecnología D’Aluisio Smartweld Technology, que se encarga de minimizar y optimizar las soldaduras. El color de la bici de prueba es un rosado fuerte, que en persona destaca mucho más que en las fotografías.
La suspensión delantera es la ya clásica Rock Shox Reba, armada esta vez con eje Boost y un offset de 42 mm, lo que desplaza el eje de la rueda delantera un poco más hacia adelante haciendo que el piloto tenga la sensación de ir “dentro” de la bici, disminuyendo la tendencia a irse por sobre el manillar en bajadas empinadas y evitando que la rueda delantera se levante en subidas pronunciadas.
El shock también pertenece a la marca Rock Shox, y como mencionamos anteriormente viene con el sistema Brain y autosag, que facilita muchísimo el seteo (vasta con subir la presión del shock, sentarse en la bici, apretar la válvula de alivio para que el shock vote el exceso de aire quedando con la medida justa).
La transmisión es la Sram GX de 1×11 velocidades, con plato de 28 dientes y cassette de relación 10-42 montado sobre un cuerpo XD.
Los frenos son Sram Level TL, con discos de 160 mm para ambas ruedas en este modelo de bicicleta (talla S).
Las llantas son Roval Control de 22 mm de ancho interno, tubeless ready, y los neumáticos son los Specialized Fast Track de 2.3” adelante para aumentar el control y 2.1” atrás para disminuir el lastre. Lo bueno del conjunto es que viene listo para hacerlo tubeless, sólo vasta con montar la cinta, las válvulas y el líquido sellante.
El resto de los componentes son marca Specialized, con puños de buen tacto y manubrio de una longitud de 720 mm, que me pareció bastante cómodo (estoy acostumbrada a montar manubrios más anchos en mis bicicletas).
El andar
De partida llama la atención lo liviana y ágil de la bicicleta pese a ser de aluminio. El plato de 28 dientes adelante no se queda corto al momento de enfrentar subidas pronunciadas y circuitos de senderos en los cerros, pero puede ser poco para alguien esté acostumbrando a hacer carreras del tipo XCM o Ciclismo Rural. Lo bueno es que el cambio del plato no es difícil ni requiere una gran inversión.
Al enfrentar subidas técnicas con rocas y raíces, la bicicleta transmite muchísima confianza, debiendo uno preocuparse de mantener una buena cadencia en el pedaleo y de poco más, ya que el sistema de suspensión absorbe muy bien las irregularidades, lo que permite andar notablemente rápido en partes en que con otras bicicletas (27.5 o rígidas) habría que ir más concentrado. Es una bicicleta que perdona bastante los errores del piloto, en especial al no elegir la línea más indicada o más limpia.
Al enfrentar curvas planas o sin peralte, la bicicleta responde muy bien gracias a los cambios que se realizaron en su geometría, a la corta longitud de vainas y al agarre de sus neumáticos. Esto permite mantener la inercia dando una gran velocidad de paso de curva.
En las bajadas la bicicleta transmite mucha confianza, lo que muchas veces lleva a enfrentar obstáculos a una velocidad mayor que la prudente para los 100 mm de recorrido que tienen ambas suspensiones. Esto hizo que fondeara la horquilla en un par de oportunidades, pero sin perder el control. La solución a esto puede ser endurecer un poco la horquilla, y leer mejor el camino para evitar los obstáculos más grandes (consideren que hace algunos años competía en Enduro, tengo la costumbre de bajar rápido por senderos en bicicletas de mayor recorrido).
La bicicleta talla S me quedó muy cómoda para mi estatura (mido 1.56 mts), lo que me permitió pedalear durante largas horas sin sentirme adolorida ni fatigada.
Un dato importante es que, según Strava, con la Epic en la segunda salida mejoré prácticamente todos mis tiempos en los circuitos que frecuento, sin sentirme incómoda ni pasando sustos. Claramente esto demuestra lo bien logrado de la geometría y de los componentes escogidos para este modelo.
A mejorar
La bicicleta viene muy bien armada, lo que hace que las mejoras o cambios que se le pueden hacer pasen a ser algo que tiene más que ver con el estilo de manejo propio de cada piloto. En mi caso (y debido a mi pasado en el Enduro), extraño el asiento telescópico (Reverb) que permite mayor espacio para mover el cuerpo, lo que mejora la confianza y la velocidad en las bajadas (el tubo retráctil no es común que vengan en las bicis de XC, pero Specialized lo tiene como un opcional, llamado command post), y cambiaría el disco delantero por uno de 180 mm (trae de 160 mm). Del resto, nada, viene muy bien armada.
Ahora sólo queda seguir disfrutándola y bajando mis tiempos.
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La Epic está disponible en versiones de doble suspensión o rígida, ambas con modelos para hombre y mujer. El modelo testado cuesta $2.090.000 (Ver AQUÍ), pero existen diferentes versiones, desde la Epic comp HT cuyo precio es de $1.750.000 hasta la tope de línea, la Epic S-Works DI2 que cuesta $7.830.000.
Specialized como bicicleta oficial del Xterra Chile entregará beneficios exclusivos a los inscritos que quieran comprar una Epic o Chisel en las tiendas Multibike Santiago, Bike Authority y Bike Chile (Viña del Mar)
por Alejandra Vergara (martes 6 de marzo de 2018)