Race Report CVO 2019
Durante la semana previa a CVO pude realizar todos los entrenamientos correspondientes, tener una buena alimentación y un buen descanso. Así llegué al día viernes 25, en el cual nos dispusimos a viajar a Cascadas.
Llegamos a eso de las 17:00 horas y después de arreglar la cabaña salí a hacer una soltura junto a mi amigo Javier Carrión. Esto lo hago para mover las piernas sobre la bicicleta, ayudar a la recuperación muscular y verificar que la bicicleta funcionará al 100%. Luego conocimos el nuevo campamento base, algo que nos impresionó por su envergadura, dimensiones y como estaba organizado.
Por la noche y luego de una cena de pastas, vino el descanso para enfrentar la carrera. Me gusta dormir mínimo 8 horas la noche anterior, así que a eso de las 23:00 horas ya estaba recostado para dormir.
El día de la carrera comenzaría a las 07:30 horas ya que me gusta levantarme por lo menos 3 horas antes de la hora de largada, para que el cuerpo esté despierto, activado y el desayuno un poco más asimilado. Revisamos los últimos detalles de la bicicleta (número, presión de neumáticos, abastecimiento y lubricación de cadena). El calentamiento sería desde las 9:45 horas, pensando en que tendríamos 8 kilómetros neutralizados, que serviría para finalizar este mismo.
Había nerviosismo en el campamento base, mucha gente ya encajonada desde temprano, lo cual ayudó a que la competencia largara a la hora dispuesta (10:30 horas). Después de escuchar el himno nacional, se realizó la cuenta regresiva y largamos. Todos en grupo neutralizados por la camioneta de la organización, la cual -500 metros antes de comenzar el ascenso por el camino de tierra- da la partida de carrera. De inmediato el grupo se vio reducido a cerca de 10 corredores, que de a poco se fue reduciendo, ya al cabo del kilómetro 20 quedábamos sólo 3 corredores en punta. Ahí fue cuando comenzó el ascenso más duro hacia el sector de la Picada, alrededor de 4K de subida por un camino con zigzag, y algunas partes de arenas que hizo que fuera un duro ascenso.
Logré tomar la punta junto con Matías Delgado, que al paso de los kilómetros se fue quedando algunos metros, lo que me permitió llegar en solitario al punto más alto de la competencia e iniciar el descenso. El camino estaba muy bien marcado; además, el trazado de bajada es el mismo desde la primera edición de CVO.
Todo marchaba bien, hasta que -cuando faltaba alrededor de 2 kilómetros para concluir el descenso en los Saltos del Petrohué- sentí la rueda trasera algo blanda. Me detuve y empleé un cartucho de CO2, pero el aire salía por una parte de la llanta, lo que me hizo pensar que se había enterrado algo y rompió el sellado de ésta para el líquido tubular. Empleé un segundo CO2 y se desinfló, ahí fue cuando el corredor que marchaba segundo me sobrepasó. Como el equipo mecánico y abastecimiento neutral estaba en los Saltos, me dispuse a continuar el camino de manera cuidadosa y allá poder colocar cámara.
Después de llegar y colocar cámara en mi rueda trasera salí a continuar con la carrera. Aunque en el inconveniente sufrí una gran pérdida de minutos, aún mantenía la segunda posición, por lo que había de defenderla y seguir a tope por los últimos 30 km de asfalto, que se dirigía a Ensenada y luego a Cascadas por el borde del Lago.
Al cabo de 3:07 horas logré llegar al sector de meta y quedarme en esta ocasión con un gran segundo lugar.
Luego fue la premiación, la cual congregó al grueso de competidores que ya estaban en el sector de campamento base y en la cual, una a una, se premió a los campeones de cada categoría.
Una vez más se dijo presente en CVO y con la convicción de haber dado mi 100% nos dispusimos a regresar a casa, siempre con el pensamiento de volver el año que viene.
Gonzalo Aravena
Fecha de la carrera: Sábado 26 de enero de 2019