Ricardo Cumplido: “Una carrera superlativa”

Race Report Grand Prix Lago Ranco 2019

¿Quién dijo que las cosas bien hechas no se pueden mejorar? Es el caso del Grand Prix del Lago Ranco. Corrí el año pasado y tal como comenté en es oportunidad me pareció una carrera increíble, muy bien producida y en resumen me pareció un imperdible de cualquier amante del ciclismo y en particular de los fanáticos de las grandes vueltas (Ver race Report 2018). De hecho titulé el race Report “Una carrera extraordinaria”. Este año todo lo bueno se repitió y otras muchas mejoraron.

De partida el numero de competidores subió de aproximadamente 200 a 500, lo cual es una motivación extra, permitió estar siempre acompañado y el nivel competitivo fue claramente mayor. La buena cosa es que volví a salir 3ro en la categoría 50-59 años con 47 competidores en ella, muchos más que los del 2018. Lo curioso es que el podio se volvió a repetir. El primer lugar se lo llevó Jose Luis Errazuriz con 3:28:45 (en 2018 fue 2do). A sólo 3 segundos arribó Karel Hrdina (ganador en 2018) y a 1 minuto 19 segundos de ellos fue mi turno. Me estoy acerando así es que prepárense para el próximo año.

Este año la carrera partió y terminó en Bahía Coique, un complejo inmobiliario espectacular con todo tipo de comodidades, donde ademas nos quedamos a alojar y hacer algunas comidas. El año pasado todo se hizo en Lago Ranco, que aunque muy bonito carece de la oferta hotelera y y gastronómica del sector de Futrono. Además, el año pasado el inicio fue controlado para pasar lento por los 4 sectores de tierra, lo que significó que en la practica la competencia tuviera 103K. Este año pasamos esa zona a ritmo de carrera, lo cual fue interesante, porque algunos componentes del grupo claramente se destacaban y otros inevitablemente se quedaron, probablemente más preocupados de los hoyos, de no caerse y evitar un pinchazo. La vuelta completa fue finalmente de 114K, la distancia perfecta para esta época del año.

Desde el punto de vista climático, la carrera tuvo de todo. Partimos a las 8 de la mañana con una sensación térmica 10 grados, por lo cual dejamos a un lado el cortavientos y nos quedamos con una primera capa y la atractiva tricota oficial de la carrera. A poco andar, pasado Futrono, comenzó una leve llovizna tal como se pronosticaba y que a ratos se transformaba en lluvia. Extrema precaución tuvimos en ese tramo en particular en una zona de rápidas bajadas con curvas y contracurvas, donde los frenos no respondían a como estamos acostumbrados. Ya cerca de Lago Ranco, pasado la mitad del recorrido, todo volvió a la normalidad e incluso hasta el piso estaba seco. A ratos las nubes dejaron espacio a un agradable sol y hacia el final de la carrera y durante el resto del día un cielo impecablemente despejado nos hizo compañía.

El circuito es duro. La altura ganada es de aproximadamente 1.400 metros, con decenas de repechos y un par de cortas cuestas con pendientes de más de 15%. Algunos sectores planos. El problema es que cuando vas metido en un buen grupo el costo de perder la rueda es muy alto, por lo que uno se juega la vida en cada apretón. Siempre digo lo mismo, el próximo año vendré con mas kilometraje en el cuerpo para intentar sufrir menos.

El post carrera espectacular: cerveza, pizza, fruta, chorizos, cereales y un gran ambiente de camaradería y buen onda recibiendo a cada uno de los cientos de competidores, cada uno contando su experiencia. Buen momento para compartir con amigos de toda la vida. La entrega de premios sobre fardos le dio un toque campestre a la ceremonia.